El Muro de la vergüenza de Pozuelo

Desde hace más de 20 años un muro de 18 metros de largo y 4 de alto separa las urbanizaciones de Monte Alina y Monteclaro, en Pozuelo de Alarcón. Atraviesa una avenida principal e impide el tráfico de vehículos. En 2013 un informe de una técnico de urbanismo lo declaraba ilegal y ordenaba su demolición, pero el momento aún no ha llegado y los vecinos exigen soluciones.

Aunque el de Berlín es el "muro de la vergüenza" más notiorio, a lo largo de la historia y la geografía han existido numerosos ejemplos de barreras construidas por el hombre con el ánimo de separar pueblos. Lo que muchos vecinos no sabrán es que, desde hace más de 20 años una tapia de hormigón de 18 metros de largo y 4 de alto separa las urbanizaciones de Monte Alina y Monteclaro, una zona residencial en Pozuelo de Alarcón, famosa por ser el vecindario de diversas personalidades de la vida social y política.

Ubicado en la calle Transversal Ocho, su función es impedir el tráfico de vehículos entre ambas urbanizaciones. Para ello, atraviesa la vía pública: una avenida de dos carriles y mediana ajardinada. Una puerta permite el paso de peatones durante el día. A partir de las 20h la puerta se cierra, y el acceso sólo se permite previo aviso a los servicios de seguridad de la urbanización.

El bloqueo de la calle supone un trastorno para los vecinos de Monte Alina, que se ven obligados a bordear la urbanización y retroceder varios kilómetros para acceder a las vías principales: M40, M50, y a diferentes servicios como el Hospital Puerta de Hierro, supermercados, transporte público, etc. La apertura de la vía, aseguran, ahorraría casi una hora diaria en sus desplazamientos habituales.

Pero el problema no se queda ahí, ya que el muro, que no figura en los GPS, supone un bloqueo para mensajeros, repartidores, taxistas, incluso servicios de emergencia y ambulancias que se encuentran en una calle sin salida y se ven obligados a buscar una alternativa. Así ocurrió hace unos años cuando los bomberos de Majadahonda acudieron a extinguir un incendio en la Urb. Monte Alina. "Un pequeño retraso ante una emergencia puede ser cuestión de vida o muerte, sería trágico que ocurriera algo así por culpa del muro", argumentan los afectados.

En 2012, José Veganzones, vecino de Monte Alina, decide tomar cartas sobre el asunto e investigar la legalidad de la curiosa construcción. Tras confirmar que se levanta sobre suelo de titularidad pública, interpone una denuncia a la Policía, que le da la razón y lo pone en conocimiento de la concejalía de urbanismo.

La resolución de la Jefa de Disciplina, Informes y Recursos del Ayuntamiento de Pozuelo, es clara en su informe, confirmando que la pared se encuentra en el viario público y que "no existe licencia concedida para su ejecución". 

Además, la técnico recuerda que la Ley 9/2001 establece sanciones de entre 600 y 30.000 euros a "la realización de actividades o instalaciones en terrenos destinados por el planeamiento a uso público de interés general". Ante estos hechos, resuelve solicitar a la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento que se notifique a la Urb. Monteclaro para ejecutar la demolición del muro "debiendo dejar la vía pública libre de cualquier construcción o instalación, a fin de que pueda [...] dar acceso peatonal y en vehículo a los vecinos de la zona".

Ambas urbanizaciones presentaron alegaciones. Según Veganzones, para la Comunidad de Propietarios de Monteclaro, la demolición del muro supone un perjuicio ya que se incrementaría el tráfico en sus calles. Por su parte, la Comunidad de Monte Alina teme ver comprometida la seguridad, aunque ambas urbanizaciones disponen de control de entrada con barrera y vigilancia privada.

En su día, la autora del informe municipal fue trasladada de su puesto. Su sucesor tampoco dió solución al problema. "Estuve más de un año reclamando la ejecución de la demolición", asegura el denunciante, que no acaba de entender cuál es el motivo que impide el derribo. "El Ayuntamiento de Pozuelo no respeta la ley, no protege la propiedad pública, impide el acceso a servicios públicos básicos, no es transparente, no responde y llevamos años pidiéndolo", reclama Veganzones. 

La última acción emprendida por el pozuelero es una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org, que ya cuenta con más de 1500 apoyos, entre vecinos de ambas urbanizaciones, trabajadores, transportistas...  Espera que su presentación ante el Ayuntamiento pueda acabar, de una vez por todas, con el muro de la vergüenza de Pozuelo.