Vecinos de Pozuelo y Aravaca se concentran contra el nuevo recinto ferial y la fiesta de fin de año

Un numeroso grupo de vecinos de Pozuelo de Alarcón y de Aravaca se congregaron ayer frente al Centro Comercial Zielo para expresar su rechazo contra la ubicación sobre la que se construirá el nuevo recinto ferial de localidad pozuelera y la fiesta de fin de año programadada en la carpa levantada en dicho espacio, ubicado a escasos metros de sus viviendas.

Con su protesta los residentes quisieron mostrar su malestar y dar visibilidad a los problemas generados desde la instalación de la citada carpa. Además, esperan que, tras la movilización vecinal, las autoridades tomen medidas concretas. Entre sus demandas piden que se reubique el recinto ferial a una zona más alejada de las viviendas; que se garantice mayor control de ruido y seguridad durante los eventos y que se establezca un diálogo abierto con los vecinos para abordar sus preocupaciones.

Durante el acto, los vecinos recogieron numerosas firmas entre los asistentes y los transeúntes que se unieron a la causa.

"Esto no es solo un problema de ruido o molestias puntuales. Es una cuestión de convivencia y seguridad que afecta tanto a los residentes como a los comercios locales", comentó una vecina que ha coliderado la organización de la concentración.

El descontento de los vecinos no es gratuito. Y es que definen como "9 noches de terror" las vividas desde la apertura del recinto ferial durante las fiestas de la Consolación. "Sufrimos de ruidos extremos hasta altas horas de la madrugada, altercados con visitantes y, en algunos casos, actos vandálicos que han afectado tanto a viviendas como a negocios cercanos"

Durante la concentración de ayer un comerciante local comentó que "no solo hemos perdido clientela por el caos que se genera en las noches, sino que también hemos tenido que reforzar la seguridad de nuestras tiendas. Esto está afectando la estabilidad económica del comercio de la zona".

Uno de los mensajes destacados de la concentración fue: "Allí enfrente veis las viviendas, y 100 metros más abajo está la carpa. ¿Eso es lo que consideran alejado de las viviendas?". La cercanía entre el recinto y las zonas residenciales ha sido uno de los puntos más criticados, dado el impacto directo en la calidad de vida de los vecinos.

La concentración de ayer también tuvo como foco la fiesta de Fin de Año que se celebrará en la carpa el próximo 31 de diciembre. Los vecinos temen que la magnitud del evento multiplique las molestias y posibles altercados, considerando el historial del recinto en las semanas previas. "Nos preocupa que las autoridades no estén tomando en serio lo que significa albergar un evento de esta naturaleza en un espacio tan próximo a viviendas y comercios. Esto puede ser el colofón a un mes lleno de conflictos", declaró un vecino de una urbanización cercana.

A pesar de la indignación generalizada, la concentración tuvo un carácter pacífico y organizado. Los asistentes mantuvieron un tono respetuoso durante todo el evento, evidenciando que su lucha no es contra la diversión o el ocio, sino contra la falta de planificación y las consecuencias negativas que el recinto está generando. "Queremos dejar claro que esto no es una guerra contra las fiestas ni contra el entretenimiento", explicó una portavoz del grupo. "Lo que pedimos es una solución que respete el derecho al descanso de los vecinos y la estabilidad de los comercios locales. El ocio no debe imponerse sobre la convivencia".

"Queremos soluciones, no promesas vacías", concluyó un vecino, dejando claro que la protesta de ayer no será la última si no se toman medidas efectivas en los próximos días.